lunes, 30 de noviembre de 2015

Tanto sentimiento enlatado
como una epidemia hambrienta de víctimas,
tantos ojos y tan pocos paisajes
me recuerdan que no fuimos lo suficientemente grandes.
(y yo ya no te veo).
Tanta cámara robando sonrisas
me hacen pensar
que necesitan
analizar
al adversario
para poder destruirlo después.
Aguijones descontrolados
después de dolerte.
mal de ojo en la saliva
del que no da las buenas noches.
Y la guerra sigue
pero los cañones ya no se oyen
y tu cajón sigue abierto
más vacío que la nada.
Y tú ya no me oyes,
ya no me lees
por eso estas letras ya hace mucho que no gritan.
Tu mirada un arma de doble filo
que si quemaba antes imagínate ahora.
he descubierto
que el hielo puede incendiar,
también un cuerpo
y no dejar rastro, no dejar cenizas ni estampas de santos.
Los médicos también son personas
las enfermedades también son personas
todo lo que duele
y lo que cura.
El borracho y la cerveza
culpándose
y yo que sigo queriendo matarte a tragos
matarme a tragos.
Cualquier día volaremos entre recuerdos
como partículas desintegrándose entre cañonazos
nuestras últimas voluntades incumplidas, mentirosas, suicidas
porque nunca creí en los finales contigo
y lo último que quise de ti siempre fue que apretaras el gatillo
aunque no lo supe hasta que te vi marchar
y ni si quiera volviste a rematarme.
Elegí la enfermedad crónica por la pereza de volver a nacer.
Algún día despertaremos entre sudores
y  no seremos más que enredaderas en los talones del otro
una de esas heridas que no se cierran
la ceniza del último cigarro
esparcida

donde tu me pidas.

viernes, 20 de noviembre de 2015

supercalifragilistico pero no espialidoso.

Bonita,
cuando me veo con tus ojos
cuando me miras bonita
y deseo por un instante que nunca te duermas
y luego cuando te duermes que ojalá no te despiertes.
Bonita,
encontrar siempre algo de chocolate blanco en tu cesta de la compra
esconderlo rápido para no compartir
para que nada te guste más que yo
para no tener que darte ni un trocito
para poder mirarte mientras me lo como.
Bonita sin que me lo tengas que decir todos los días
aunque todos los días te lo pregunte.
Bonita cuando finjo que salto por el balcón
y tu finges que no debería hacerlo.
Bonita
cuando me encuentras desangrando mi pasado
y me ayudas a reanimarlo aunque te joda
no haberme hecho tú todas las heridas.
Bonita
cuando te lo pregunto y me contestas bonita.

Bonita cuando me creo todas tus mentiras.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Dicen que vida solo hay una
que aproveches al máximo
que seas feliz.
Mientras veo como se escapa un domingo
y otro
que nunca quise atrapar
y que tampoco le pedí a nadie.
Dicen que vida
solo hay una
y yo me siento a esperar
algo
que no va a llegar
y que tampoco le pedí
a nadie.
y la vida y yo
que tenemos una relación
estrictamente profesional
nos aguantamos por cortesía
y por costumbre
como esos matrimonios después
de 20 años
o las personas normales
a los abstemios
o los miembros de algún
absurdo club de lectura
que no han pedido ser quien son
y a pesar de todo
 agradecen
(yo simplemente trato
de no quejarme).
y el tiempo y la vida y los agujeros negros y los ovnis y las películas de Woody Allen y todo eso que nunca entiendo
pasa
y no me afecta porque vida sólo hay una
sé que después
gracias a dios

no voy a poder echarla de menos.
Escribir algo con sentido. Apresar ideas. Oprimir conceptos. Que la libertad sea algo tan teórico que nos cueste trabajo aprenderlo de memoria. El espacio incomprendido entre todo este tiempo es lo que nos acabará matando. El tiempo, por lo menos, no vuelve, pero tu sigues aquí, con todo ese cansancio en los ojos y tus buenas intenciones. Pero tu sigues aquí aunque quisieras marcharte, entretenido, quizás, aburrido a veces. Y la locura convencional que se te permite es lo que te ata libre. Y los halagos, y el buen tiempo, y los trabajos aceptables, las relaciones estables, las bromas faciles, las teorías comprensibles, las personas simples, y  todo aquello que no te mata son las peores cadenas. El sexo con desconocidos o la falta completa de sexo, la complicidad en unos ojos  que no son con los que sueñas, los problemas que no has podido descifrar, los poemas que jamás escribirás. Eso es lo eterno. Y la felicidad vuela. Y tú no sabes donde ponerte para pararla.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Cómo se borra el cansancio
a qué le sabe a la bilis mi garganta
cómo sobrevivir al tiempo si estoy muriendo a cada tecla que pulso
¿me estoy leyendo morir?
cómo no acudir puntualmente a esta autodestrucción programada
si estoy tan cómoda que podría vivir en ella.
toma, te regalo mis ojeras.
decir palabras al azar sin dejar de pensar en tu nombre
sin saber siquiera como te llaman tus amigos
El sin sentido
De los signos de puntuación
La cobardía de las letras
que no son nada
unas sin otras.
La tiranía de las letras
y esta especie de síndrome de Estocolmo
de los oprimidos.
Lee a trasluz
Esta radiografía.

Come.